Alimentación y Calor.

Para empezar y en primer lugar, debemos de mantenernos siempre bien hidratados, siendo el agua la bebida de elección.

Las verduras y las hortalizas, deberán de consumirse al menos 2 veces al día. Para ello, los gazpachos y las ensaladas nos serán muy útiles, ya que son platos fresquitos y muy apetecibles durante el verano.

Una sencilla ensalada, puede convertirse en una de sus variedades más suculentas y sofisticadas combinando los hidratos de carbono de la pasta, legumbres y/o el arroz con vegetales, hortalizas, frutas e incluso marisco.Habitualmente, sazonados con una salsa fría o con sal, aceite y vinagre. Si eres un “cocinillas”, deja volar la imaginación y disfruta de las múltiples combinaciones con las que podrás obtener una deliciosa y nutritiva ensalada.

La fruta, es un alimento indispensable en cualquier dieta equilibrada. Este grupo de alimentos no solo nos va a aportar nutrientes sino que también va a contribuir a mantener el organismo bien hidratado.

El periodo estival es buena temporada para los pescados azules, es por ello que este periodo coincide con la época de mayor consumo de sardinas, boquerones y/o bonito. No debemos de olvidar que el pescado, es buena fuente de proteínas y de ácidos grasos omega-3 y que debe de consumirse 2-3 veces/semana.

Igual que durante los meses fríos, son preferibles las carnes magras en vez de carnes rojas cuyo consumo se recomienda que sea “ ocasional”.

Finalmente, los helados son un exquisito postre refrescante y un capricho para el paladar.

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