Al llegar enero ponemos fin a las tradicionales cenas y comidas Navideñas, que, inmersos en ese momento de diversión, aprovechamos para comer en exceso alimentos que el resto del año tenemos restringidos.
Aquí te doy unos consejos, para perder los kilos que se han ido acumulando entre turrones y mazapanes:
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Plantéate si realmente quieres bajar esos kilos y si es así, no tengas prisa, con perseverancia y sin excesos conseguirás tu objetivo.
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¡¡Hidrátate!! Procura beber 2 litros de agua al día.
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Protege tu salud. No hagas usos de diuréticos ni de complementos polivitamínicos por tu cuenta. Acude a tu médico y él te dirá si puedes o no puedes tomarlos.
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Dormir y descansar durante 8 horas diarias te ayudará a sentirte mejor y a afrontar el día con más fuerzas y energía.
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¡¡Fibra!! No te olvides de la fibra. A pesar de que no la podemos digerir ni tampoco asimilar, tiene múltiples efectos beneficiosos para tu salud. De forma general se recomienda tomar entre 25 y 30g al día a través de los alimentos.
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No bebas alcohol. Además de los múltiples efectos negativos que tiene no está exento de calorías. El alcohol sí engorda.
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Olvídate de los azúcares simples y grasas saturadas.
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Sustituye los momentos de apetencia por tentempiés ligeros como pueden ser una infusión (sin azúcar), encurtidos o una pieza de fruta pequeña.
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Realizar entre 4 y 6 ingestas diarias te permitirá llegar con menos hambre a las comidas principales y mantendrá “a raya” la ansiedad que puede generar el mero hecho de “estar a dieta”.
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Si es posible, elige productos light o bajos en calorías (ej. Refrescos light o leche desnatada).
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Elimina la grasa visible de los alimentos.
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Finalmente, utiliza técnicas culinarias sencillas: al vapor, horno, papillote, plancha, escalfados, rehogados o cocidos. Su resultado son platos más saludables y con menos calorías.
Así, durante unos meses y sin dietas milagro, habrás conseguido mejorar tu figura. Simplemente cuidando tu alimentación y realizando actividad física moderada.
